Nuestra Historia
El nacimiento oficial del IES Gustavo Adolfo Bécquer tiene lugar en 1969 (BOE del 24 de junio) con el nombre de Instituto Nacional de Enseñanza Media “El Tardón”, aunque en realidad el centro funcionaba desde 1967, como secciones delegadas de los Institutos “San Isidoro” y “Murillo”. En 1970, y por una proposición del claustro, pasará a denominarse Gustavo Adolfo Bécquer,
El nuevo Instituto se convertía en el sexto de Sevilla capital y en el primero de este lado del río. La amplia y creciente población de los nuevos barrios de los Remedios, El Tardón y de una histórica Triana en crecimiento, ya no tendría que cruzar los puentes si quería estudiar el Bachillerato en la Enseñanza Pública. Un nuevo Instituto de Enseñanza Media, un tipo de centro muy prestigioso por su rigor académico, se unía a la oferta de colegios concertados de la zona.
Historia del Centro
La enseñanza mixta, un rasgo de modernidad que anticipa el futuro, presta un ambiente particular al Instituto: a él acude una joven población de ambos sexos con un profesorado también joven y entusiasta. El profesorado deja su huella en el estilo del centro: se trata de un claustro comprometido y cercano, implicado en la mejora del Instituto, incluso del edificio. El Bécquer con su característica estructura modular, se va construyendo poco a poco, e ideas como el Patio de los Naranjos, el monumento a Bécquer y las primeras decoraciones cerámicas, se deben a los profesores y artistas Enrique Ramos y Cristóbal Aguilar.
Los cambios sociales y políticos de la Transición democrática se viven con intensidad: movimientos estudiantiles y del profesorado, fiestas con actuaciones musicales, grupos de teatro o revistas literarias, ocupan los años 70 y 80. El alumnado de estas décadas, cuando el Bécquer es el centro público por excelencia de la zona, guarda un recuerdo imborrable de esos años, como lo prueban la colaboración y asistencia a los actos conmemorativos del 25 (1994) y 50 (2019) aniversario.
El Bécquer tiene ademas otro rasgo peculiar: las enseñanzas de adultos. Por la tarde sus aulas se abren a personas que trabajan y quieren completar sus estudios y que en aquellos primeros años son muy numerosas en España. El “nocturno” del Bécquer ha contribuido a la formación de la población de la zona tanto como el “diurno”, y tiene su continuidad en la actual “enseñanza de adultos”, si bien con un horario más temprano y con menos alumnado como corresponde a la evolución del país.
A partir de 1995 el Instituto cambia profundamente por la introducción de la nueva Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE): el Bachillerato Unificado Polivalente (BUP) y el COU van a ir siendo progresivamente sustituidos por la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y por un Bachillerato de dos cursos. Además, comienza a impartirse Formación Profesional, con ciclos medios y superiores de la rama de Administración. El alumnado es más joven y abarca toda la población, ya que desde los 12 a los 16 años todos los jóvenes deben acudir al Instituto. A las enseñanzas tradicionales, se suma la Formación Profesional, que hasta entonces se impartía en centros específicos. El centro cambia la denominación de Instituto de Bachillerato (IB) a la actual de Instituto de Enseñanza Secundaria (IES).
Los cambios en el alumnado y organización del Instituto no afectan sin embargo a los valores del Instituto. Se sigue ofreciendo una enseñanza de calidad que va incorporando los cambios metodológicos y técnicos. Hitos en la evolución del centro, como son la introducción masiva de la informática (centro TIC, 2003), la incorporación de la enseñanza bilingüe (2005), la participación en proyectos europeos (desde 2010), la construcción de un pabellón polideportivo (2014) o la internacionalización de la FP (2019), pertenecen ya a este siglo XXI y expresan la adaptación a los nuevos tiempos.
En la actualidad el IES G.A.Bécquer es un centro de tamaño medio, con unos 800 alumnos, que ofrece cuatro tipos de enseñanza (ESO, Bachillerato, Adultos y Formación Profesional) y al que acude una población muy variada en edad, intereses, residencia (un número significativo de alumnado procede de otras zonas, particularmente del Aljarafe) y origen (existe una minoría de alumnado extranjero pero con una representación amplia de nacionalidades). Consideramos esta variedad al mismo tiempo como un riqueza, ya que refleja la diversidad de las sociedades actuales y es en sí misma una escuela de aprendizaje, y como un reto, ya que el objetivo fundamental del Instituto es ofrecer a este alumnado diverso una enseñanza que desarrolle sus potencialidades individuales.
En suma, un centro moderno que mantiene su vocación permanente de seguir ofreciendo una enseñanza de exigencia académica, calidad humana y apertura al mundo. Un centro, que se cuenta entre los históricos de Sevilla, pero que enfoca su mirada al siglo XXI. Antiguos alumnos del Bécquer, una amplísima “Comunidad Educativa en el Tiempo”, se encuentran prácticamente en todas las profesiones y sectores de actividad, y el Instituto aspira a que siga siendo así durante mucho tiempo.